Recien llegado de su periplo por tierras lituanas aqui os dejo la crónica de Garmen, miembro de Al Filo desde sus inicios, no os la perdais NO TIENE DESPERDICIO:
Eran las 8 de la mañana. Sebas y yo nos disponíamos a visitar Smyltine, una bonita isla de 50 km de costa. Desayunamos fuerte, ya que el viaje no era sencillo, era necesario coger un Ferry, el cual, no se encontraba en perfectas condiciones.
Después de nopocos sustos y mareos entre los tripulantes, llegamos a la isla. El tiempo no acompañaba, pero nos daba igual, a dos aventureros como nosotros, el tiempo no nos para. Empezamos a andar, sin destino alguno, al azar, a la aventura. Nos encontramos con un bosuqe muy frondoso y verde, muy verde, nos sorprendió su color para las fechas en las que nos encontrábamos. Seguíamos avanzando, de repente, ruidos de olas muriendo en la arena. Nos encontrábamos en la playa, 50 km ininmterrumpidos de arena... se nos hacía la boca agua pensando en esa bonita estampa en verano, lleno de guapas lituanas...
Sebas, un tio duro, metió los pies en las gélidas aguas, ganando el respeto de todos los que allí se encontraban.
Decidimos abandonar la playa y adentrarnos otra vez en el frondoso bosque. Llegamos a un mapa, en el cual indicaba que nos encontrábamos cerca de una duna de 36 metros... sería de arena? Pues ahí estaba nuestro nuevo objetivo, subirla si era posible.
Tra una hora de caminata, disfrutando de la fauna y flora lituana, empezamos una subir una leve cuesta. Subir y subir, no hacíamos otra cosa. Al final llegamos a un monolito con el nombre de la duna. Qué farsa!! Eso ni es duna ni es nada, un montículo gritamos Sebas y yo.
Después del fraude, decidimos volver a Klaipeda a tomarnos una Svyturys, cerveza lituana, que estamos pensando en importar. Aún y todo, Sebas y yo estamos bien orgullos de haber subido una de las cimas más duras de Lituania. Ríete Monte Perdido!!!